FIESTAS DEL BARRIO PUIG DE SANT PERE

La última semana del mes de junio se celebraron las fiestas del barrio del Puig de Sant Pere, coincidiendo con la festividad de San Pedro, el 29 de junio. El Casal de Barri y la Associació de Veïnats del Puig de Sant Pere organizaron un programa cultural muy completo, que también contó con la colaboración de la Biblioteca Pública de Palma “Can Sales” y Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma.
Por parte de la biblioteca se organizó la sesión de narración oral "Cicatrices" a cargo de Patricia Picazo, que nos contó las historias que se ocultan detrás de sus cicatrices visibles, que no de las invisibles, esas serían otras historias. El cuentacuentos se realizó en el patio del Casal de Barri Puig de Sant Pere, ya que las bibliotecas en muchas ocasiones no son únicamente el espacio que ocupan sino también todos aquellos lugares dónde se acercan a realizar actividades, a llevar libros y documentos a los que no pueden venir a buscarlos, préstamos de lotes a colectivos, clubs de lectura o lectura a domicilio. Tras la narración oral los presentes disfrutaron de un concierto de música a cargo del grupo de bossa nova Dindi que homenajeó a la recientemente fallecida Astrid Gilberto con su concierto “Recordando Getz-Gilberto”.
El día siguiente en el salón de actos de la biblioteca algunas de las mujeres del grupo de teatro del Casal de Barri realizaron la representación teatral “Les dones del Puig de Sant Pere”, dónde narraron la historia de tres mujeres que han vivido en el barrio, relatando sus experiencias de vida y las diferentes formas de enfrentarse a la misma. La interpretación corrió a cargo de Fina López, Leonor Corchón, Micaela Llull y Pilar Cámara, todas ellas además asiduas lectoras y usuarias de la biblioteca.
El museo Es Baluard también abrió sus puertas a la fiesta y al barrio con una actividad para los más pequeños y sus familias, para acercar el arte contemporáneo mediante juegos y cuentos. Y de eso se trataba, de hacer barrio, de compartir momentos de fiesta, de cultura y de entretenimiento, de salir a la calle todos juntos, como así fue en la ya tradicional sardinada en la plaza Porta de Santa Catalina, dónde grandes y pequeños comieron y bailaron al son de la música que llenaba la noche veraniega.

